En el año 2008 apareció en Japón la primera experiencia de sala de escape o escape room, unos cuantos años más tarde llego a Europa.
En sus inicios las primeras salas eran una habitación blanca en la que podíamos encontrar diferentes cajas cerradas con candados, la combinación de estos candados las debíamos conseguir a través de la realización de diferentes enigmas, una vez realizados estos puzles, el resultado nos daba la combinación para ir abriendo las diferentes cajas.
Ahora después de 10 años de vida de las salas de escape en Europa nos encontramos en un punto en el que ya no vale todo, los jugadores o escapistas cada vez se fijan más en los detalles, quieren tener una experiencia plena y una inmersión total en cada sala.
Cada vez podemos encontrar más salas con decoraciones que ya le gustaría a Indiana Jones o puzles y enigmas que ni el Indomable Will Hunting sería capaz de resolver, en estas épocas ya no vale con tener una habitación y 20 candados, la experiencia tiene que ser plena y lógica.
Por eso cuando buscamos una sala queremos que tenga una mezcla de melancolía (candados), pero también queremos que sea sorprendente, queremos poner un jarrón en una balda y que de repente se nos abra la puerta para pasar a otra habitación, queremos poner una espada en un altar y que debajo aparezca una puerta secreta para poder escapar en tiempo antes de que se nos derrumbe un templo, en resumen: queremos sorprendernos, queremos salir de una sala diciendo ¿Enserio he puesto esto y se me ha abierto aquello? Queremos creer que los GM han creado magia y nosotros somos los magos que vamos desvelando los trucos, queremos sentirnos los protagonistas de la sala.
Y para poder crear esta magia dentro de un escape room, es imprescindible contar con la tecnología. Ya no es como hace un año que solo era necesario cámaras y micrófonos para poder ver y oír lo que hacen en la sala y que el game master les pueda dar pista, ahora es necesario mucho más.
Cuando nos metemos en un escape room donde los jugadores son los protagonistas de una auténtica aventura ya necesitamos a nivel de tecnología muchas cosas a tener en cuenta.
- El sonido ayuda mucho a que los jugadores se sientan dentro de la historia, por eso son de gran ayuda amplificadores y altavoces que emitan música y sonido cuando sea necesario.
- Lo mismo ocurre con las luces, además las nuevas tecnologías lo facilitan mucho, las luces led con un consumo mínimo y una red wifi nos permite controlar la luz a nuestro antojo.
- Para conseguir que las aperturas de puertas, armarios, etc. Lo principal son cierres y cerraduras magnéticas de diversos tipos, que se controlan con controladores y sensores de forma que se activen cuando se cumplan las condiciones. Nos podemos encontrar diferentes montajes ya que no existe ningún estándar en el mercado, podemos encontrar quien lo monta con raspberry pi, con arduinos, plcs propios de la industria de la domótica y ya podemos ir encontrando soluciones comerciales específicas para salas de escape.
- Para el control de todo esto por supuesto el game master cuenta con ordenador y diversas pantallas, ya que tendrá que poder controlar el sistema de pistas, el sonido, las luces, el cronometro, etc.
Lleve a unos amigos de Valladolid a la sala Una Hora y les encanto.
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